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miércoles, 3 de marzo de 2021

Mujeres de profesión DEPORTISTA

Mireia Belmonte, alérgica al cloro y subcampeona olímpica en natación
La nadadora de Badalona se adentró en las piscinas debido a una escoliosis cuando tenía cuatro años


Juegos Olímpicos: Mireia Belmonte, medalla de plata en los 800 metros libre, su segundo metal en Londres 2012. AFP
Mireia Belmonte ha dejado de ser la eterna promesa de la natación española para entrar en la historia de los Juegos Olímpicos con sus dos platas, en los 200 metros mariposa y en los 800 libre. Ni el asma ni su alergia al cloro han impedido que Belmonte consiga su sueño.
Su pasión por las piscinas llegó a la temprana edad de cuatro años. Los médicos le aconsejaron la natación para corregir una escoliosis (una desviación en la columna) y desde entonces no ha dejado de crecer en el agua. Ha pasado por el Club Natació de Badalona y el Club Natació de L’Hospitalet antes de llegar a su actual Club de Natació Sabadell.
A medida que iba creciendo sus entrenadores veían mucho potencial en aquella niña tímida y de ojos claros. A los 16 años su nombre empezó a sonar con fuerza cuando se proclamó campeona del mundo Junior en Río de Janeiro en las modalidades de 400 libres y 400 estilos.
La piscina corta se volvió su mejor aliada cuando ganó tres oros en los campeonatos de Dubai 2012 y cuatro al año siguiente en Szczecin. Las ocho horas diarias de entrenamiento le proporcionaban ser la sirena más rápida en las competiciones en las piscinas cortas, pero en las largas la presión podía con ella.

Mireia Belmonte tenía problemas para dar lo mejor de sí cuando llegaba una gran cita. Las citas más mediáticas la anulaban. Un ejemplo de ello se vio en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, cuando Mireia, con 17 años, era una de las grandes esperanzas de España. Participó en las pruebas de 200 braza, 200 y 400 estilos y formó parte del relevo de 4x100 estilos, pero estuvo muy lejos de sus mejores tiempos del año.
Tenía el potencial para ser una gran ganadora, pero le faltaba controlar el aspecto psicológico. Por ello su entrenador Frederic Vergnoux le programó dos horas semanales de trabajo mental con un psicólogo para controlar los nervios y la presión mediática a la que empezaba a ser expuesta.
Para el 2012 Mireia ya se había convertido en una deportista más profesional e inició el año con el oro en los 1.500 libres y una plata en los 400 libres en los Europeos de Hungría. Belmonte llegaba en las mejores condiciones posibles a su segunda cita olímpica y con sólo 21 años.
La ‘Leona’, como la bautizó el ex director técnico de la Federación Mauricio Coconi, peleaba en hasta seis pruebas distintas (400 y 800 libres, 200 mariposa, 200 y 400 estilos y los relevos de 4x200 libres) y el ansiado metal se hizo esperar hasta su tercera final, la de 200 mariposas. A ‘priori’ era la modalidad en la que menos opciones tenía, pero fue la más agresiva de la prueba y, de no ser por la china Jiao Liuyang, podía haber conseguido la medalla dorada.
Dejar sus fantasmas atrás ha sido la clave del éxito para la joven de Badalona que esta noche se ha convertido en la nadadora española más laureada de la historia, tanto en categorías masculinas como femeninas, gracias a su segunda medalla de plata en la prueba de los 800 metros libre.
Las curiosidades de Mireia
Mireia Belmonte tuvo que dejar sus estudios de empresariales para poder dedicarse de pleno a la natación y ahora que ha conseguido una medalla debe cumplir su promesa de saltar en paracaídas.

Está obsesionada con el color rosa y con pintarse las uñas antes de cada carrera. De no haberse dedicado a la natación confiesa que habría intentado ser modelo.